martes, 28 de febrero de 2012

GUÉJAR vs ANDALUCÍA vs SIERRA NEVADA

“La estación de esquí y montaña granadina de Sierra Nevada se promocionará a nivel nacional e internacional y como destino de escapadas bajo la marca turística 'Andalucía'."


"Luciano Alonso ha recordado que su departamento ha reforzado este año la promoción nacional e internacional de Sierra Nevada como destino turístico con acciones como las ya efectuadas en la World Travel Market en Londres, el encuentro celebrado en Lisboa (Portugal) con medios y operadores portugueses, y la presencia en las principales ferias sectoriales en el mercado nacional, en Madrid y esta misma semana en Valencia." (Fuente EuropaPres)  

Hoy es el día de Andalucía, y estamos de celebración, pero también es un día de reivindicación y como güejareño y andaluz hoy toca lo que toca, reivindicar Güéjar:

Güéjar-Sierra está situado en la cabecera del Valle del Genil. Es uno de los pueblos que conforma el arco noroeste de la Vega de Granada pero ante todo es un pueblo andaluz y de sierra. Es el más cercano a la estación de esquí de Sierra Nevada; de la nieve nos separan solo unos quince kilómetros y hasta Granada apenas hay dieciséis, por lo que estamos en una situación privilegiada. Los vecinos de Güéjar son, como buenos andaluces, abiertos y hospitalarios y el clima del pueblo es acogedor durante todo el año ya que, debido a su enclave entre montañas y en plena sierra, en verano disfrutamos de un fresco que nos permite dormir sin agobios de calor y durante el día son raros los ratos de bochorno; mientras que en invierno los vientos del norte apenas nos afectan porque nos protege la impresionante mole del Calar y el sol caldea nuestro valle protegido y abrigado por las montañas que lo rodean. Su casco antiguo está cuidado y conservado con esmero así como decorado con multitud de macetas que las mujeres güejareñas se encargan de cuidar con primoroso cariño.


Güéjar-Sierra es un pueblo andaluz con identidad andaluza, un pueblo alpujarreño y morisco que dispone de una cantidad aceptable de alojamientos confortables y de bares y restaurantes que ofrecen una variada oferta gastronómica con productos de la tierra; con productos güejareños y andaluces. Sus calles y casas están encaladas de blanco inmaculado y adornadas con primorosas macetas colgadas de las paredes o situadas en rincones, plazuelas y portales. Güéjar Sierra supura identidad andaluza por todas sus esquinas. Güéjar-Sierra huele a Andalucía y sabe a Andalucía. Pero sin embargo no se promociona bajo el paraguas de la marca turística Andalucía, como si no fuera parte de Sierra Nevada, que sí está amparada…


A pesar de los tristes acontecimientos relacionados con el ladrillo de los últimos años y a pesar de algunas cosillas no demasiado afortunadas, nuestro pueblo sigue conservando esa identidad, esa fisonomía típicamente andaluza, aunque no tengamos, como Pradollano una “Plaza de Andalucía” (personalmente creo que Alpinlucía sería más acertado…)


Es una realidad que durante los mismos años que lleva en marcha el Parque Natural de Sierra Nevada, así como la gestión de la estación de esquí por la Junta de Andalucía, es cuando mas ha crecido la mega-urbanización de Pradollano, sin que se hayan oído grandes voces contra este crecimiento, si acaso apenas unos susurros.
Es una realidad que el modelo urbanístico de esa parte de Andalucía poco tiene que ver con la identidad andaluza y es una realidad mayor aun, que lo que más afecta al ecosistema de las altas cumbres es ese asentamiento urbanístico que ha crecido desaforadamente y sin control alguno; por los visitantes que atrae, que pernoctan, que suben en automóvil y que contaminan a escasos metros de las altas cumbres 24 horas al día.


También es una realidad que este modelo de desarrollo está perjudicando el patrimonio natural andaluz y también lo es que se ha permitido especular con ese patrimonio, una especulación que ha beneficiado a unos pocos y que apenas ha aportado bienestar y recursos en pueblos como el nuestro.

"La urbanización a finales de los años 80"

Y es una realidad evidente que este crecimiento urbanístico supone el mayor peligro para este rincón de Andalucía, que ya era una realidad evidente en la primera década de los años 80 del siglo pasado cuando la urbanización apenas era una sombra de lo que es hoy. En esos años desde la política aun se generaban ilusiones, comenzaba su andadura la Comunidad Andaluza y comenzaba la protección de Sierra Nevada con el embrión del Parque Natural, gestionado por andaluces… No entraré ahora en más detalles porque es asunto del que hablar largo y tendido, pero como el objetivo de este blog es poner en evidencia el cúmulo de despropósitos relacionados con el desarrollo de Sierra Nevada, y con la falta de atención hacia Güéjar-Sierra, dejaré unas declaraciones entrecomilladas de esa época de un alto cargo de la Junta de Andalucía:

(Ideal 4 de marzo de 1987): “El futuro urbanístico de la Sierra debe pasar por criterios de racionalización en su crecimiento,…el desarrollo de este espacio debe partir de una urbanización base a no más de 800 o 1000 metros de altitud, como se hará en las futuras áreas de expansión en Dilar y Güéjar-Sierra cuando se construyan…Hay que cortar el crecimiento urbanístico de Pradollano y unificar el tratamiento urbanístico para Dilar, Güéjar-Sierra y Monachil…”

"La urbanización en la actualidad"


Siempre se ha leído y visto largo y tendido sobre esta joya andaluza que es Sierra Nevada. Se leen y se siguen leyendo casi a diario noticias sobre las novedades de la estación de esquí (se acaba de inaugurar el “Half Pipe” mas grande de España) sobre las inversiones que se hacen por parte de la Junta de Andalucía, sobre los esfuerzos para acabar con la estacionalización de la demanda (menuda palabreja sobre todo cuando se le antepone el des -de despropósito-)
Leemos mucho sobre "la estación andaluza", hasta podemos leer que su desarrollo es sostenible...

Pero sin embargo ahora que se plantea, por primera vez de manera medianamente seria y racional, un desarrollo del área de esquí en el que se integrarían los pueblos se comienzan a leer declaraciones en contra.
¿Paradójico no?

Un día me decía una persona sensible, con la que tuve que entenderme como buenamente pude porque era de Alemania, que había estado en la mole de edificios de Sierra Nevada y que no le había gustado nada. Con Güéjar estaba encantada, -la luz es magnífica, el paisaje precioso y el pueblo muy agradable (tuto very nice) –decía chapurreando un poco de español con connotaciones italianas y un bastante de inglés- La señora es artista, se llama Rosalinde, -This is Andalucía, it is Germany (dijo haciendo gestos con la mano mientras señalaba a este y al otro lado de la montaña)



Parece que Sierra Nevada, para las personas que son representativas en el ámbito turístico de nuestra tierra, incluyendo al consejero de la junta, se reduce al organismo gestor del parque y a la estación de esquí. Pueblos como el nuestro parece que no son Sierra Nevada, olvidados por los responsables de Andalucía

Pues miren ustedes, señores representantes:

¡ GÜÉJAR solo hay uno, el de la SIERRA ¡ ¡Y también es ANDALUCÍA!



domingo, 26 de febrero de 2012

RECUERDOS DEL TRANVÍA DE LA SIERRA

El otro día mi amigo Paco, un compañero del castigado gremio hostelero, me comentaba que sus recuerdos del tranvía, sobre todo, se debían a las veces que de niño tenía que acercarse a la estación de Güéjar a esperar a su padre, cuando venía de Granada con las compras de su pequeña taberna y él bajaba para ayudarle a subirlas por la cuesta. Aquel tranvía ayudó a mucha gente pero sobre todo trajo progreso a nuestro pueblo, generó posibilidades y expectativas a una población que, prácticamente hasta ese momento, había estado medio aislada a escasos kilómetros de Granada.

Recuerdo con claridad aquellos años, para los niños era una atracción ver la llegada del tranvía los días de verano, cuando íbamos a bañarnos al río y desde las pozas, al oír el silbato, nos subíamos a las rocas más altas para ver su paso cadencioso. Algunas veces los revisores nos dejaban subir en la Estación y bajarnos en Maitena, desde donde, tras darnos otro baño, volvíamos al pueblo por el camino de La Solana más contentos que unas pascuas.


En aquellos tiempos no había tanta información, ni existía el progreso de ahora. En aquellos tiempos la mayoría de los granadinos no podía ir de vacaciones, posiblemente una buena parte ni habían visto el mar, pero todos tenían a su alcance el Tranvía de la Sierra con el que por un módico precio podían huir del calor cualquier día. Eran muchos los que se acercaban a la rivera del Genil, el tranvía iba a tope de jardineras enganchadas todos los fines de semana y fiestas de guardar. Sin embargo el entorno estaba limpio, bastaban unos pequeños carteles en la Estación de la Bomba y en algún que otro vagón, y la educación y el respeto de aquellas gentes (sumado a que aún no existía “la moda” del USA y tira) para mantener aquel entorno casi inmaculado. Ni las descomunales obras de ingeniería que supusieron para los medios de entonces la construcción del trazado desentonaban al poco tiempo con este paisaje, más bien lo complementaban.


Desde sus inicios la cuenta de resultados de su explotación no fue la esperada, pero a pesar de su poca, o negativa, rentabilidad se mantuvo durante medio siglo dando rentabilidad social a todo el valle del Genil y por supuesto a los vecinos de la capital.

Ahora está de actualidad la ampliación de la Estación de esquí de Sierra Nevada. Al leer las noticias sobre estos asuntos veo que se plantea la posibilidad de conectar nuestro pueblo con la Estación de Esquí y pienso que sería también ideal plantearse la construcción de un nuevo tranvía hasta el punto desde el que partiría este acceso a Sierra Nevada.

Los tiempos que corren no serán los más adecuados, no sobra precisamente liquidez ni en las administraciones ni en la empresa privada. Ni siquiera en CETURSA, que explota los medios mecánicos. Soy consciente de que el debate que se ha abierto en los medios de comunicación es más político que real, un asunto recurrente siempre que hay elecciones en Andalucía, pero sería un bonito sueño.

Sobre las consideraciones económicas, en este debate no falta quien duda de su rentabilidad, creo que se le da demasiada importancia a la rentabilidad económica a corto y medio plazo y se olvida la rentabilidad social, que en los tiempos que corren adquiere una importancia extra. Una planificación clara de la industria de la nieve, siguiendo un modelo de desarrollo desde los valles a la montaña, no como hasta ahora, siguiendo un modelo de “desarrollo alpino” o como se ha hecho en regiones como “Las Dolomitas” en Italia, puede suponer una fuente creciente de empleo para las próximas generaciones y parte de la solución al problema del paro que sufre nuestra comarca y la provincia.

También están las consideraciones medioambientales, no han faltado voces críticas y hasta oposiciones frontales a las propuestas políticas y empresariales (posturas que no son nuevas precisamente, aunque viendo lo visto en Pradollano creo que "algunillos" tendrían que replantearse...). En otra entrada tocaré de este tema en profundidad, pero de momento tres apuntes a modo de preguntas: ¿Por qué no hacemos cálculos de la cantidad de partículas contaminantes que se depositan en la nieve de las cumbres por efecto de los miles y miles de coches que suben cada temporada a la estación? ¿No es verdad que todas las estaciones de esquí del mundo están situadas en parques? ¿No es también cierto que países muy respetuosos con el medio ambiente usan similares estrategias –del valle a las cumbres- en la explotación de su industria turística?

Hasta ahora el desarrollo de Sierra Nevada, de la Estación de Esquí y del Parque Natural/Nacional se ha hecho dejando en un segundo o tercer plano a los pueblos, sobre todo a nuestro pueblo. Se olvida la deuda histórica que tiene la sociedad granadina con Güéjar-Sierra, que fue el mayor perjudicado de la desaparición del Tranvía de la Sierra. Se olvida que los primeros esquiadores que conoció la sierra llegaron a la nieve con el tranvía y acompañados por güejareños que les “prestaban” transporte animal. Esta misma sociedad se olvida de que fue el pueblo de Güéjar-Sierra el primero, que en su momento y prácticamente sin ningunas contraprestaciones, cedió no solo parte del recorrido del ferrocarril sino la primera zona de esquí en los inicios de la apertura de Sierra Nevada a los deportes de nieve, donde se instalaron los primeros remontes. Que durante años se esquió sobre todo en la zona de Güéjar-Sierra.



Siempre se ha dicho que el nivel de desarrollo de un pais se mide por la calidad de sus instalaciones ferroviarias, Suiza es un claro ejemplo. También se dice que hay que aprender del pasado para no volver a cometer errores en el futuro. En este caso habría que aprender del pasado para todo lo contrario porque si se hubiera mantenido el proceso de penetración en las cumbres iniciado por El Duque de San Pedro y por la Sociedad del Ferrocarril de Sierra Nevada, si se hubiera hecho el Teleférico San Juan a los Tajos de Loreto, todo sería diferente y al mismo tiempo nos pareceríamos a los países europeos con mayor tradición de nieve y montaña, Güéjar-Sierra y Granada conformarían “La Pequeña Suiza del Sur”, algo que da que pensar ¿No creen?